lunes, 19 de octubre de 2009

Tinta China I




Ellas ahí tan ajenas, como burbujas impenetrables. Quise hacer la gran “Amelie”: introducir mi mano para sentir deslizarse en ella las pelotitas, hasta ese momento no pude ver la mano que me reemplazaba, una mano de metal, mano inteligente, astuta, traidora…pensé en Blade Runner, pensé en que quizás yo sea una replicante ¿ La mano mecánica me querría decir algo? Miré a los costados, vi todos los nenes en diferentes monstruitos en movimiento, movimiento que se iba apagando casi al instante que se encendía el llanto del niño en cuestión. Volví a las bolitas, a esos tesoros riéndose de mí, las volví a ver y me reí de ellas, amuchadas sin tocarse cual moneda en alcancía les cantaba y ellas se quedaban inmóviles.
_disculpame, disculpame, disculpame!
(Nunca registre el número de disculpame que hayan sido nombrados)
Un dedo me toca la espalda, es E.T. pensé ¡Me vino a buscar finalmente! No, era una mujer con unas uñas largas que me pedía permiso para jugar. Miré a su hijo, lo imaginé llorando al minuto y medio por haber sido engañado por la maquina. Volví a la señora, su rostro ya había dejado de ser amistoso. Me corrí finalmente y me quedé a observar.
¡La señora le pregunta a su hijo qué muñeco quería! ¿Cual quería? Que ingenuidad! Estaba entonces en la risa del nene la opción de ganar?
La madre pone la ficha, la mano perversa va bajando el nene sigue mirando atentamente, yo miro al cielo para ver si puedo percibir alguna señal hacia la maquina pero no veo nada, nada mas que nubes ocultando la luna. La mano mecánica, semi muerta cae, arrastra la bolita, la eleva, la separa de sus pares, la cara del nene es increíble! Su tesoro apenas se levanta un poco, pero no existe posibilidad alguna de que salga de ahí. El nene llora y llora, la madre le dice q ahora le compra un copo de nieve, (eso del copo de nieve merece su propio relato también)
La confusión crece. El nene que quiere la bolita, las bolitas que no se mueven, los colores se exaltan, el nene llora un ratito más, el hermano mayor aparece, se queja porque es la única ficha que le queda! Que no puede creer que la vaya a desperdiciar en eso!
La madre pone la ficha nuevamente, el nene la empuja, toma el control de la máquina, la mano baja, baja un poco más se introduce en el mundo de plástico, ahora esa mano metálica me hace acordar a Edward manos de tijera, pienso qué fácil sería para él hacer la manicuría de las plantas, pienso que Burton seguro que cultivaba y le fastidiaba cortar hojita por hojita y soñó con Edward, con que facilidad daba formas a las ligustrinas, con que facilidad podaba lo que no tenía que ser y le daba belleza a lo que lo rodeaba ¡Que bueno ser Edward en otoño! pensé. Un grito del nene me hace volver al mundo electrónico, la mano mecánica agarran una pelotita, la pelotita se queda entre sus dedos, todo es tensión, finalmente la pelotita se cae, y se zambulle a su realidad nuevamente. El nene lo grita como quien grita cuando se erra un gol! El nene se va contento por haberlo intentado, no llora. El nene ya sabe… el nene ya sabe….Me impresionó! Como una pérdida de la inocencia express. La familia se va, desaparece del lugar.
Me quedé mirando las bolitas, miré al cielo a ver si me mandaba una señal, la luna aparece por detrás de una nube estacionada, me quedo con ella, la tomo con mis manos y con lo ojos le doy la forma que quiero, me quedo con la luna, siempre me quedo con la luna.

PiRuXa

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